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Pivotal Response Treatments for Autism. Communication, Social and Academic Development

Pivotal Response Treatments for Autism. Communication, Social and Academic Development
Robert L. Koegel y Lynn Kern Koegel
Paul H. Brookes Publishing co
Año: 2006

Este fantástico libro escrito por dos referencias mundiales en la investigación sobre el autismo como Robert L. Koegel,  profesor de Psicología Clínica y de Educación Especial y Director del Koegel Autism Center de la Universidad de California en su campus de Santa Bárbara (si quieres saber más pincha aquí) y Lynn Kern Koegel, directora de los Servicios Clínicos del Koegel Autism Center, nos permite acercarnos al Pivotal Response Training, un método de intervención naturalista basado en los principios del análisis del comportamiento aplicado (ABA) para enseñar al alumnado con TEA partiendo de su iniciativa e intereses. Fue desarrollado para crear una intervención más eficaz mediante la mejora de las cuatro variables de aprendizaje fundamentales: la motivación, la respuesta a claves ambientales múltiples, la autogestión y las autoiniciación de las interacciones sociales a las que también se incorpora la empatía. Sobre ellas, el alumnado con TEA puede realizar mejoras generalizadas y expandirlas de forma colateral a dimensiones más amplias como la social, la comunicativa y la conductual.

El libro se divide en cuatro secciones: la primera dedicada a una visión de conjunto sobre el PRT, la segunda sobre el desarrollo comunicativo, la tercera dedicada al desarrollo social y la cuarta sección en la que se aborda la reducción de las conductas disruptivas y la ampliación de los intereses de los niños y niñas con autismo.

La primera sección la inaugura un capítulo sobre los aspectos básicos sobre el PRT como su definición, las características más importantes que deben cumplir los servicios de apoyo para el alumnado con autismo, (la duración e intensidad de la intervención, el papel de la familia, los entornos naturales…), el currículo especializado (qué características debe cumplir en función de la edad del niño o niña) y hacia dónde se dirige la futura investigación.

El segundo capítulo, dedicado a la detección o cribado, la enseñanza y la elaboración de programas educativas para los niños y niñas con autismo, bajo las denominación First STEP -Screening, training and education program; haciendo un juego con la expresión primer paso-, consta de tres partes. La primera de ellas dedicada a la difusión y al alcance  de lo que es el autismo con apartados referidos a las señales de alarma o “red flags”, difusión en los medios de comunicación, presentación al personal pediátrico del área etc. La segunda parte está focalizada en la detección y en la utilización de un protocolo de detección del desarrollo del niño o niña con autismo que incluya los déficits en atención conjunta, el retraso en la comunicación, déficit en el juego de ficción o los intereses repetitivos o restrictivos. Posteriormente se realizará un resumen y análisis de los datos obtenidos. La tercera y última parte dedicada a la familia, en la que se incluyen apartados sobre recomendaciones generales, asesoramiento sobre los casos o sesiones de trabajo con familiares.

El tercer capítulo está dirigido a las intervenciones en las clases de educación ordinaria y lo escribe Cheryl Fisher, la madre de un niño con autismo, la cual  comparte su experiencia en este aspecto desde la óptica de la metodología PRT. En ella narra su experiencia en relación con aspectos como el aprendizaje en entornos naturales, el uso de técnicas de enseñanza específicas, la introducción de reforzadores en la agenda diaria, la intervención frente a crisis, la preparación para los cambios, adaptación de materiales, la información a la comunidad (otras familias, profesorado etc.), el trabajo conjunto con la escuela etc.

El cuarto capítulo está dedicado a la incorporación de procesos motivacionales para mejorar en la realización de los “deberes”. En el mismo se propone un modelo educativo familiar dirigido a la realización de los deberes, aplicando técnicas concretas como la búsqueda de la atención del niño o niña, la elección por parte del niño o niña, el uso de reforzadores naturales, el intercalar ensayos de mantenimiento, es decir intercalar aprendizajes ya adquiridos con nuevos aprendizajes, el reforzamiento de los intentos o el reforzamiento contingente. Tras este punto se plantean cómo valorar los resultados, ya que un programa efectivo en el hogar debe obtener mejoras en cinco áreas: cantidad de deberes realizados, disminución de los comportamientos disruptivos, motivación del niño o niña, motivación de la familia e incremento de las situaciones positivas. Para completar este capítulo se expone un caso de ejemplo: el de la familia López.

El capítulo quinto de este volumen está dedicado a las diferentes perspectivas familiares en los Programas de Educación Familiar, en el que se hace un repaso a la historia de estos programas, se definen las seis maneras de proporcionar apoyo social (apego, integración social, valor, relación fiable, orientación y oportunidades para la crianza) en las que se basan estos programas y se aborda la intervención. Esta última se divide en tres momentos fundamentales (procedimientos preintervención, de intervención y postintervención) que concluye en la valoración de los resultados obtenidos.

Una de las cuestiones más interesantes de este capítulo son los temas que subyacen en la comunicación familia-terapeuta o educador y que son los siguientes: los educadores familiares son vistos como fuentes creíbles de conocimiento, las familias experimentan cambios positivos en sus percepciones, las familias plantean preguntas relacionadas con la formación de otros y recibieron respuestas no directivas, las familias experimentaron retos en los servicios integrados y los educadores proporcionan apoyo social a las familias.

El sexto y último capítulo de esta primera sección está dedicado a la Teoría Ecocultural y la Diversidad Cultural en los Programas de Intervención auspiciados por la metodología Pivotal Response Training. La Teoría Ecocultural se ha extendido de las familias de niños y niñas con desarrollo típico hasta incluir a aquellas familias que tienen diferentes estilos de vida como por ejemplo aquellas cuyos hijos o hijas presentan diversidad funcional. El objetivo es centrar el interés en una adaptación de esta teoría en el marco del entendimiento de las dificultades que se encuentran los niños y niñas con autismo, en aspectos como el diseño de actividades en el hogar, el traslado o la adaptación de la vivienda, el enfoque ecocultural en la intervención con niños y niñas con diversidad funcional.

Este enfoque ecocultural también se plantea con aquellas familias de culturas y lenguas diferentes a la del país de acogida (asiáticas, latinas, africanas etc.) y que tienen hijos e hijas con autismo , incorporando el componente cultural a la intervención, incluso en aspectos como el del Apoyo Conductual Positivo (Positive Bahaviour Support).

La segunda sección, dedicaba al desarrollo de la comunicación consta de tres capítulos que vamos a resumir a continuación.

El séptimo capítulo del libro está dedicado a las trayectorias de desarrollo en relación con la intervención temprana y se plantea una metodología de intervención en la que además de la especialización de los profesionales, se basa en la motivación de niño o la niña con autismo, basada en principios como el seguimiento de los intereses materiales del niño o niña, la variación de las tareas con regularidad para mantener la atención, el intercalado de aprendizajes previamente adquiridos entre las nuevas tareas que se plantean, reforzamiento de las respuestas correctas y de los intentos del niño o niña y el uso de reforzadores naturales que formen parte intrínseca de la tarea. Posteriormente se explica mediante un caso de ejemplo cómo se lleva a cabo dicha práctica.

El octavo capítulo se titula “First words” (Primeras palabras) y está dirigido a los inicios de la comunicación verbal.  Para enseñar las primeras palabras, Robert Koegel contextualiza  sus principios motivacionales en situaciones comunicativas como son darle al niño o niña oportunidades de elección, intercalar tareas de adquisición y mantenimiento, reforzar los intentos y proporcionar reforzadores naturales y contingentes.

Los factores que mide respecto a la evolución verbal esta metodología son la adquisición de palabras (número total de palabras y variedad de vocabulario), las conductas comunicativas utilizadas, la situación emocional comunicativa (interés, felicidad etc, mediante una escala de valoración de su situación afectiva de 5 puntos), fonología, semántica y pragmática.

Un apartado interesante de este capítulo son los tres grandes pilares en los que se sustenta el trabajo en la adquisición de las primeras palabras:

*Por una parte plantear cuáles son los desafíos para enseñar las primeras palabras. En él, se aboga por el uso, por una parte, de rutinas verbales familiares basadas en cuatro pasos: preparar las rutinas verbales, seleccionar oportunidades para enseñarlas, planear las oportunidades y medir la efectividad de lo programado.

*Por otro lado se aboga por la selección de palabras utilizando los sonidos que el niño o la niña utiliza y para ello se llevan a cabo cuatro pasos: establecer una línea base, seleccionar palabras clave para la enseñanza emparejar vocalizaciones del niño o niña con reforzadores naturales y medir la efectividad del programa.

*Por último se busca la generalización o consistencia en los diferentes entornos. Para ello se ponen en marcha cuatro pasos fundamentales: establecer una línea base, implementar una educación familiar, educar de manera acorde a las necesidades familiares y al incremento de la consistencia y la generalización y por último, medir la efectividad del programa.

El capítulo número nueve trata sobre el papel fundamental sobre las iniciaciones infantiles dentro del desarrollo lingüístico de los niños y niñas con autismo. Partiendo de la definición inicial sobre qué se considera “iniciación” y los diferentes tipos de la misma (en la atención conjunta, en la emisión de preguntas, en las respuestas, en el juego o en la conversación social), el capítulo aborda cómo se producen las iniciaciones verbales en la infancia de desarrollo típico y la tasa y la función de estas iniciaciones en los niños y niñas con desarrollo típico. Paralelamente se recoge cómo son las iniciaciones en la infancia con autismo (tanto las relacionadas con el cribado y diagnóstico inicial, caracterizadas por las dificultades en las interacciones no verbales o en las interacciones en la atención conjunta, niveles más bajos de iniciaciones prelingüísticas, dificultades en iniciar la búsqueda de la atención, dificultades en el contacto visual, en el interés social infantil y en la imitación, como las iniciaciones verbales en los niños y niñas con autismo en las primeras palabras, en las palabras significativas, en las preguntas, en los comentarios iniciados por el niño o niña y en la búsqueda de atención por parte del adulto), las iniciaciones en cuanto a las interacciones sociales en los niños con autismo, y la tasa y la función de esas iniciaciones.

Por último se abordan los objetivos de intervención en las interacciones de la infancia con autismo, utilizando estrategias iniciadas por las personas adultas, por los y las iguales, por los propios niños y niñas con autismo, así como la selección de los ambientes y de los y las iguales para estas situaciones de intervención.

La tercera sección está dedicada al desarrollo social.

Comienza con el capítulo diez dedicado al trabajo con paraprofesionales para mejorar la socialización en entornos inclusivos. Se plantea en él un modelo que se lleva a cabo mediante varios pasos: el primero establecer una línea base de trabajo basada en el análisis de ámbitos como la comunicación, las conductas desafiantes, las habilidades sociales, participar en actividades y el comportamiento de los paraprofesionales. El segundo consiste en el desarrollo de objetivos individualizados para cada niño o niña. El tercero el comienzo de la formación de los paraprofesionales  y el cuarto la implementación del programa, a través de estrategias como el desarrollo de espacios compartidos, buscar oportunidades de ayuda a los iguales, incrementar la comunicación verbal y no verbal significativa, implementar grupos de amigos, dar apoyo social, crear oportunidades para pequeñas charlas o articular nuevos juegos y actividades. El quinto paso consitiría en la medición de la efectividad del programa valorando aspectos como el comportamiento de los paraprofesionales, de la facilitación social por parte de los mismos, del comportamiento social del niño o niña y de su situación emocional.

El undécimo capítulo, dedicado a las oportunidades de juego, las interacciones sociales y las amistades. En él se plantean varios pasos para conseguir estas situaciones que son: elegir un compañero o compañera de juego, crear un plan de juego, facilitar las interacciones, (planteando preguntas guía, comentarios guía o guías para las iniciaciones en nuevas actividades) y por último evaluar el éxito de las oportunidades de juego mediante la valoración de la interacción sincrónica y recíproca, la situación emocional y la validez social de los resultados.

La cuarta sección del libro está dedicada a la reducción de las conductas disruptivas y ampliar los intereses de los niños y niñas con autismo.

Inicia esta sección el duodécimo capítulo, centrado en la reducción de las conductas ritualísticas y a la ampliación de los intereses de los niños y niñas con autismo. Está centrado en la intervención en estos aspectos y aborda la intervención cuando ocurre la estereotipia y cuando esta no ocurre y la evaluación de esta intervención, recogiendo información sobre el abandono de estímulos deseados, la exhibición de conductas disruptivas o la respuesta a otros estímulos.

El capítulo número trece se dedica a la mejora de la comunicación social, la capacidad empática y pragmática de los individuos con Síndrome de Asperger. Tras unos apartados iniciales dedicados a explicar qué es el Síndrome de Asperger, su diagnóstico, características etc., el capítulo se centra en la intervención en aspectos  como en la autonomía   para la comunicación social mediante intervenciones de carácter general, (primero buscando aquellos pasos necesarios para conseguir la autonomía como el preparar a la persona, enseñar conductas autónomas y crear por último independencia, para luego centrarse en la intervención en los individuos con SA y también para individuos con autismo que muestran dificultades en el lenguaje) para después programar la enseñanza del desarrollo de la autonomía personal en contextos diferentes.

El capítulo catorce y último del libro, se focaliza en la combinación de la evaluación funcional y el desarrollo de la autonomía, estableciendo procedimientos para reducir de forma rápida los comportamientos disruptivos. Para ello, se establece cómo abordar la intervención en este aspecto partiendo de un primer paso dedicado a establecer la autonomía de la persona, un segundo paso en el que se plantean los comportamientos de remplazo y para ello es necesarios recoger datos sobre situaciones anteriores a la intervención, sobre la frecuencia de las conductas disruptivas, realizar una evaluación funcional y establecer cuando ocurren los comportamientos sustitutivos y ejemplificándolo mediante casos.


En resumen una obra que permite tener una visión completa de este modelo de trabajo, con apartados muy interesantes como los dedicados a la comunicación o a la intervención en contextos naturales.


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