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Percepción sensorial en el autismo y síndrome de Asperger

Percepción sensorial en el autismo y síndrome de Asperger. Experiencias sensoriales diferentes, mundos perceptivos diferentes
Olga Bogdashina
Editorial: Autismo Ávila
Año: 2007

Este libro de enorme interés, aborda una perspectiva del espectro del autismo que está cobrando un gran protagonismo: todo aquello relacionado con la realidad sensorial de las personas con CEA (hasta tal punto que el DSM 5 ha incluido los aspectos sensoriales dentro de los criterios diagnósticos del autismo).

Escrito por la profesora de la Universidad de Birmingham Olga Bogdashina, en él se abordan la percepción sensorial de las personas con autismo como algo "diferente", que no significa "anómalo" o "defectuoso". Como la autora recoge"la normalidad" es un término muy relativo, dado que la "norma" se aplica a menudo al procedimiento mayoritario, con lo cual estaría mejor justificado designarlo como "típico".

Por lo anterior, en el capítulo primero se plantea la cuestión de si existe una disfunción sensorial y frente a ella, la autora defiende un cambio de perspectiva entendiendo que lo que existen son "experiencias sensoriales diferentes" y recoge las de personas con autismo como Temple Grandin, Donna Williams, Bob Morris o Liane Willey.

El segundo capítulo se dedica a la percepción, entendida como "el proceso mediante el cual un organismo recoge, interpreta y comprende la información del mundo exterior mediante los sentidos". En este capítulo se abordan tanto los diferentes sistemas sensoriales (visión, auditivo, vertibular, olfativo, gustativo, táctil y propioceptivo) como el desarrollo de la percepción sensorial.

El tercero de los apartados está dedicada a las posibles experiencias sensoriales en el autismo. En él se pretende realizar una aproximación a cómo se percibe el mundo desde su perspectiva. Como experiencias más destacadas podríamos destacar: la percepción "literal", la percepción "gestáltica", la hipersensibilidad o la hiposensibilidad, la fluctuación, la percepción fragmentada, la percepción distorsionada, la agnosia sensorial (dificultad para interpretar un sentido), percepción retardada y la vulnerabilidad a la sobrecarga sensorial.

El cuarto capítulo, la autora lo dedica a los diferentes estilos perceptivos en el autismo. Se trataría de "las habilidades que presentan para controlar el conocimiento que tienen de los estímulos sensoriales entrantes, a fin de poder sobrevivir en un mundo que les bombardea con información extraña". Los más comunes serían: el monoproesamiento, la percepción periférica, la paralización de los sistemas, la compensación de un sentido fiable por otros sentidos, la resonancia y las ensoñaciones.

En el capítulo número cinco se aborda el estilo cognitivo de las personas con CEA, ya que la manera que percibe el mundo, afecta a la manera en la que almacena o utiliza la información. En cuanto a los aspectos cognitivos, Bogdashina aborda cuestiones como los estilos preconscientes frente a los conscientes, la atención, la memoria, la formación de conceptos/clasificación/generalización, el pensamiento perceptivo, la "inercia" o déficit en la función ejecutiva o la imaginación.

El sexto capítulo se dedica a las condiciones sensoriales relacionadas con el autismo. Las principales serían la sinestesia (percepción conjunta o percepción intersensorial), prosopagnosia o agnosia de los rostros, el trastorno del Procesamiento Auditivo Central, el Síndrome de Sensibilidad Escotópica o de Irlen (SSS) y de la Disfunción de la Integración Sensorial.

El capítulo número siete se dedica a los tratamientos, algunos de ellos realmente polémicos y carentes de suficiente evidencia científica (si quieres saber más pincha aquí o aquí). De hecho es una de las cuestiones que me sorprende del libro, la falta de crítica a algunos de estos tratamientos por parte de Bogdashina (fundamentalmente a los auditivos o a las aportaciones de Delacato). En el libro se recoge la Terapia de Integración Auditiva (AIT) de Berard y el método Tomatis, el método Irlen, la optometría conductual,  la terapia del abrazo forzado, la "máquina de abrazos" de Temple Grandin, la Terapia de Integración Sensorial (la de Delacato o la de Ayres) y la aromaterapia.

El capítulo 8 y 9, además del apéndice, se dedica a cómo realizar Perfil de Percepción Sensorial, concretado en la Lista de Control Revisada del Perfil Sensorial, que constituye una herramienta de exploración que sirve para recopilar los datos del perfil sensorial del niño o niña con autismo. La evaluación de dicho perfil se puede mostrar mediante un "arco iris sensorial", como forma de representación gráfica de dicha evaluación.

En resumen, un libro muy interesante y recomendable, aunque a mi parecer presenta un "pero" destacable: no realiza el suficiente hincapié sobre aquellas terapias con dudosa o nula evidencia sobre las que alerta la comunidad científica desde hace años, ya que suponen una pérdida del tiempo y del dinero por parte de las familias y de las personas con autismo.






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